
Qué hacer (y qué evitar) en verano si tienes la piel sensible
El verano es esa estación que muchas esperamos con ganas: el sol, los días largos, las vacaciones, los baños de mar, las comidas al aire libre… Pero si tienes la piel sensible, probablemente también sabes que no todo es tan idílico. Los cambios de temperatura, la exposición al sol, el sudor, el cloro o incluso ciertos productos cosméticos pueden desencadenar molestias como enrojecimiento, tirantez, irritaciones o brotes inesperados.
En Mamita Botanical, formulamos pensando especialmente en nuestras pieles sensibles, y por eso hoy queremos ayudarte a disfrutar del verano sin poner en riesgo el bienestar de tu piel. Aquí te contamos qué cosas es mejor evitar, qué hábitos incorporar y qué productos pueden ayudarte a mantener tu piel calmada, protegida y luminosa durante los meses más cálidos.
5 cosas que deberías evitar en verano si tienes la piel sensible
1. Exposición directa al sol en las horas punta
Aunque el sol tiene muchos beneficios, la piel sensible puede reaccionar de forma exagerada a la radiación UV. Especialmente entre las 12h y las 16h, cuando el sol está más fuerte, es mejor evitar la exposición directa. En lugar de eso, busca la sombra, utiliza sombreros de ala ancha, gafas de sol y ropa ligera que cubra brazos y escote. Es una forma sencilla de proteger la piel sin saturarla de productos.
2. Protectores solares con filtros químicos irritantes
Muchas pieles sensibles reaccionan a los filtros solares químicos, sobre todo cuando vienen acompañados de perfumes sintéticos, alcohol o conservantes agresivos. Lo ideal es optar por protectores minerales (como el óxido de zinc o el dióxido de titanio), que actúan reflejando los rayos solares en lugar de absorberlos, y son mucho mejor tolerados por este tipo de piel.
3. Duchas demasiado calientes (o frías)
Después de un día de playa o piscina, puede ser tentador ducharse con agua muy caliente o muy fría. Pero esos cambios bruscos de temperatura alteran la barrera cutánea, algo que la piel sensible no tolera bien. Mejor optar por duchas tibias y cortas, sin frotar la piel con fuerza, y aplicar hidratación al salir, cuando la piel aún está ligeramente húmeda.
4. Productos con alcohol, perfumes o exfoliantes agresivos
El verano no es el momento ideal para tratamientos intensivos si tienes la piel sensible. Los productos con alcohol, los exfoliantes fuertes o los productos con fragancias artificiales pueden provocar reacciones. En su lugar, busca fórmulas suaves, sin alcohol, sin perfume y con ingredientes calmantes como la cúrcuma.
5. Tocar la cara constantemente
En verano sudamos más, nos tocamos la cara con las manos sucias, apoyamos la piel en toallas llenas de arena o reaplicamos protector solar sin limpiar antes. Todo eso puede introducir impurezas que alteran el equilibrio de la piel. La piel sensible necesita aún más higiene y mimo que otras. Lávate las manos antes de tocarte la cara, y utiliza pañuelos o discos reutilizables limpios si necesitas secarte el sudor o el agua del mar.
Hábitos que te ayudarán a tener una piel radiante en verano
1. Hidratación constante, por dentro y por fuera
La hidratación es clave durante el verano. Beber agua con regularidad es básico, pero también lo es aplicar productos que ayuden a retener esa hidratación en la piel. Las pieles sensibles se deshidratan con facilidad, así que opta por texturas ligeras pero efectivas.
2. Rutina simple, suave y constante
La piel sensible responde mejor a las rutinas sencillas. No necesitas diez pasos: con una buena limpieza, una hidratación adecuada y protección solar durante el día, y una nutrición suave por la noche, es suficiente. La constancia es más importante que la cantidad de productos.
Y recuerda: si introduces algo nuevo, hazlo poco a poco y observa cómo responde tu piel.
3. Reaplicar el protector solar (sí, incluso en la sombra)
Muchas personas con piel sensible se protegen bien al salir de casa, pero olvidan reaplicar el protector solar. Sin embargo, el sol no desaparece por estar bajo una sombrilla. Los rayos UV atraviesan nubes y también superficies como el agua, la arena o el pavimento. Reaplica cada dos horas, especialmente si estás al aire libre, te has bañado o has sudado.
4. Refrescar y calmar con tónicos naturales
Llevar un tónico facial en el bolso puede cambiar tu verano si tienes la piel sensible. Un hidrolato de agua de rosas y agua de coco puede calmar al instante, bajar la temperatura de la piel y aliviar rojeces o picor. Es una forma suave y natural de cuidar tu piel estés donde estés, sin necesidad de productos pesados.
Nuestros imprescindibles para cuidar la piel sensible en verano
Suave limpiador que ayuda a eliminar los contaminantes diarios, el exceso de grasa y a desintoxicar la piel congestionada. Gracias a la avena coloidal deja una sensación fresca, limpia y flexible sin sequedad. Contiene extracto de sauce que aporta un efecto purificante instantáneo en la piel grasa y con tendencia acnéica, protegiendo al mismo tiempo la capa lipídica.
Gracias a las células madre vegetales Sensia Carota, este tónico ayuda a calmar, hidratar y proteger la piel sensible, reduciendo el enrojecimiento y reequilibrando la microbiota, ayudando a restablecer el bienestar de las células epidérmicas.
Su fórmula combina 5 ingredientes clave: Bioflavonoides, complejo botánico encapsulado de Magnolia y Sauce Blanco (Ácido Salicílico), Ácido Hialurónico y Extracto de Hiedra. Juntos, ayudan a calmar, hidratar y reducir las rojeces, mientras fortalecen la resistencia los vasos sanguíneos de la piel. Además, protegen contra los signos del envejecimiento prematuro, reforzando la resistencia y equilibrio de tu piel.
1-010 PROTECTOR SOLAR Y LUZ AZUL SPF 30 UVB-UVA e IR
Fotoprotector facial natural de uso diario con amplio espectro y alta protección SPF 30 UVB-UVA e IR, formulado exclusivamente con filtros minerales. Protege la piel de la radiación solar y de la luz azul (ordenadores, teléfonos, pantallas) gracias a las células madre de algodón árabe, que también ayudan a reparar la piel del daño solar y a combatir los signos del envejecimiento.
Contiene pigmentos naturales que se adaptan a todos los tonos de piel, neutralizando las rojeces y unificando el tono. Elaborado con filtros 100% minerales sin nano-partículas, es respetuoso con el medio ambiente, la flora y fauna marina, y es biodegradable. Bloqueo de rayos UVB 96,7%
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Proporciona hidratación y contribuye a calmar la piel. Contribuye a nutrir la piel y a fomentar su regeneración mientras dormimos gracias a la combinación de aceite de aguacate, manteca de cacao y aceite esencial de palo rosa.
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Un aceite versátil, con propiedades antioxidantes e hidratantes gracias al achiote y al aceite esencial de romero, que puede usarse tanto en la piel como en el cabello.
Los aceites vegetales de almendras dulces, jojoba y olivo aportan los nutrientes necesarios para que la piel y el cabello luzcan en su mejor estado. Los aceites esenciales de pomelo y lavanda tonifican y proporcionan frescor y bienestar.
Tener la piel sensible no significa renunciar al verano, solo entender lo que necesita tu piel en esta época del año. Evita los agresores externos, mantén una rutina suave y consistente, y elige productos con ingredientes naturales que realmente respeten tu piel.
En Mamita Botanical estamos aquí para acompañarte en ese camino: porque el cuidado consciente también es una forma de quererse.
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