HÍGADO SANO - PIEL RELUCIENTE
Nuestro hígado es un órgano maravilloso que se encarga de más de 80 funciones diferentes de nuestro cuerpo.
Es un órgano que cuando puede hacer bien su trabajo nos garantiza buenos niveles de energía, digestiones óptimas y una piel saludable y bonita.
Pero si le damos “mucho trabajo”, puede causar todo lo contrario y favorecer una piel con más imperfecciones, granitos e incluso manchas.
La relación hígado-piel empieza en la función depurativa del hígado. El hígado es nuestro filtro más sofisticado y potente, tiene la capacidad de desactivar y eliminar gran parte de los tóxicos que generamos y consumimos. Pero su capacidad no es ilimitada, y como ya sabemos tenemos un estilo de vida y un entorno bien cargado de estas sustancias. Si el hígado supera su capacidad de detoxificación, estas toxinas pasaran reciclarse o a eliminarse por otras vías. Una de estas vías posibles es la piel.
La segunda relación entre nuestro hígado y piel se encuentra en nuestras hormonas. Las hormonas también se eliminan por el hígado y si esta eliminación no es correcta también podemos tener estrógenos o andrógenos en exceso y además reciclados, que tendrán su manifestación cutánea en forma de granitos o manchitas entre otros.
Por último, el hígado también tiene un papel en el metabolismo de los ácidos grasos. Un hígado estresado por mucho trabajo puede hacer que haya menos formación de bilis y menos absorción de grasas interesantes para la piel. Por lo que podemos experimentar sequedad o que la piel luzca mas apagada.
Para mimar nuestro hígado primero hay que preguntarse de dónde vienen estas toxinas. Las fuentes principales se encuentran en nuestra alimentación a través e alimentos procesados e industriales, el alcohol, el tabaco. Una microbiota intestinal desequilibrada genera gran cantidad de tóxicos que van directo por nuestras “cloacas” - el sistema porta al hígado. La falta de ejercicio físico disminuye mucho nuestra tasa de eliminación.
Para la eliminación hormonal necesitamos evitar los disruptores endocrinos que actúan como “falsas hormonas” y dificultan la función depurativa hormonal del hígado. Los encontramos en los cosméticos convencionales y en los plásticos habituales de enseres de cocina. Las crucíferas son grandes aliadas de la eliminación hormonal, así que si añadimos col lombarda, coliflor, brócoli y coles de todo tipo facilitaremos esta función.
Las infusiones de cardo mariano, boldo, bardana o diente de león, pueden acompañar y ayudar a mimar a nuestro hígado, facilitando su buen funcionamiento. También os recomiendo los caldo de alcachofa, que además ayudan a la formación de bilis.
¡Un hígado sano es un cuerpo sano y una piel reluciente!
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